Aquí te comparto 10 tips ayurvédicos, que no solo pueden marcar una diferencia importante en tu calidad de vida sino que también son fáciles de incorporar.
1. Horarios regulares en sintonía con la naturaleza
Vivir en armonía con los tiempos de la naturaleza es clave: respetar los horarios de luz natural para realizar las actividades y saber respetar la noche como tiempo de descanso. Mantén horarios regulares para irte a dormir, para despertarte y para las comidas son las primeras pautas que debes emprender para que tu cuerpo funcione adecuadamente (invertir la energía adecuada en el momento adecuado y, a su vez, permitir el descanso y la reparación) .
2. Buena higiene oral
Desde el ayurveda todo el aparato gastrointestinal es de suma importancia, empezando por la boca. Al despertarte, es de buena práctica: uno, lavarte los dientes; dos, hacer una limpieza de lengua (ver post sobre eso acá); y tres, hacerte un buche con agua tibia para terminar de eliminar posibles restos. Esta rutina, aparte de limpiar los microorganismos y toxinas acumuladas en la cavidad oral durante la noche, estimula al aparato digestivo y lo “despierta” para emprender mejor el desayuno.
3. Beber agua tibia por la mañana
Antes de desayunar y luego de una buena higiene oral, es recomendable tomar un vaso de agua (150 ml está bien), idealmente tibia o ligeramente caliente. La idea es hidratar y estimular al aparato digestivo después del ayuno nocturno.
4. Escuchar a “tus tripas”
Esas “mariposas” o “nudos” que a veces sientes en la panza, pueden decirte mucho si aprendes a escucharlas. Te conectan con tus instintos de supervivencia y te permiten unir la mente con el cuerpo (va de la mano del famoso “eje intestino-cerebro”, ver más aquí). Estas sensaciones te permiten saber cuando algo te sienta bien y cuando no, cuando algo te llama y cuando algo te pide espacio para protegerte. Te enseña a saber cuándo decir que sí y cuándo decir que no, de acuerdo a tu propia sabiduría o “intuición”.
5. Comer sólo cuando se tiene hambre y respetando los espacios libres de comida
Nuestro cuerpo es suficientemente sabio para saber cuándo comer y cuándo no. Por eso, cuando estas atravesando emociones fuertes o enfermedades, tu apetito es bajo: porque necesita ocuparse de otra cosa y destinar la energía en resolver otro asunto, no la digestión. Entonces, hay que saber qué comer y principalmente cuándo comer, dejando de comer de manera autómata y simplemente “porque es la hora de comer”. Es importante también permitir que haya suficiente tiempo entre comidas (al menos 3 hs), y respetar el ayuno nocturno (pactar una hora razonable según tu rutina para dejar de ingerir alimentos hasta la mañana siguiente, por ej 21hs).
6. Comer con conciencia y atención
Comer es una actividad compleja en sí misma, que requiere toda nuestra atención para una correcta nutrición (o sea, no mirar tv o el móvil mientras comemos o estar haciendo otra cosa al mismo tiempo). Pero no solo nos alimentamos de comida, sino también de aire (“prana”) y de emociones. Debes prestar atención a cómo estas cuando te sientas a comer, cómo se siente el ambiente, el estado del aire, el ánimo de las personas que te rodean, cómo está tu respiración, etc. Pon atención a los aromas, a las texturas, come sin prisa, simplemente disfruta y mantente presente…
7. Adecuada hidratación: cuándo, cómo y cuánto
El agua de acuerdo al ayurveda no se toma a la ligera, de hecho se considera que tiene cualidad pesada y que requiere ser digerida como cualquier otro alimento. Por eso es que hay que saber varias cosas. Primero: CUÁNDO hidratarse según el momento del día (bebe solo sorbitos de agua con la comida, para mayores cantidades aléjala al menos 1 hr) y según la estación (más hidratación en verano que invierno). Segundo: saber CÓMO hidratarse, si es preferible que sean bebidas calientes o naturales, ya sean infusiones o agua (según estación y el estado de tu fuego digestivo); y saber CUÁNTO hidratarse (dependiendo de nuestra constitución y los desequilibrios que estemos atravesando). Como casi todo en Ayurveda, no existe una regla general, sino que el consumo se ajusta a la persona.
8. Pausas e introspección
Ponemos mucho énfasis en organizar nuestras actividades pero…¿y las pausas? ¿Les das un lugar en tu rutina? No olvides darle lugar a los momentos de calma, de “frenar la locomotora” para hacer un autorregistro del momento presente (cómo está tu cuerpo, tu mente, tus emociones, tu respiración, etc). Tómate aunque sea 5 minutos al día para simplemente “ser” (vale ponerse algún timer a lo largo del día para hacer aunque sea pequeñas pausas de 1-2 minutos). Y si practicas ejercicios de respiración o meditación, mejor aún!
9. Tomar las plantas medicinales con respeto y conocimiento
Consumir plantas medicinales es muchas veces tomado como “voy a tomar el té que le hizo bien a mi amiga”, pero es importante saber que lo que le hace bien a otra persona no necesariamente es bueno para tí también (no me refiero al acto esporádico sino al repetido en el tiempo en forma sostenida). Es importante consumir plantas medicinales y suplementos con el debido acompañamiento terapéutico o, al menos, una lectura crítica y consciente del tema.
9. Respeta los tiempos de tu cuerpo y mantente atenta/o a sus llamados de atención
¿Cuántas veces frenas y registras las sensaciones en tu cuerpo? ¿Qué haces cuando las percibes? Es importante que estés atenta/o a tu cuerpo: no retengas necesidades naturales (ir al baño, estornudar, etc), no sigas si algo te duele, muévete si tu cuerpo te lo pide… Hoy en día, por lo general, llegamos tarde a los mensajes de nuestro cuerpo, cuando las enfermedades ya están instaladas; pero es importante entrenarte para empezar a entender el lenguaje de tu cuerpo y llevar acciones en sintonía con sus (tus) necesidades.
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