¿Cuáles son los síntomas de una digestión saludable?

Signos y síntomas de buena salud digestiva: la mirada moderna

Estos son los principales puntos sobre los que habla el artículo mencionado más arriba, pero organizados de forma más práctica y con algunas aclaraciones personales. 

1. Digestión y absorción efectiva.

– Evacuación intestinal regular y de consistencia saludable (Bristol 3-4), con un tiempo de tránsito normal.
– Adecuado estatus nutricional (a nivel macro y micronutrientes).

2. Ausencia de síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos, estreñimiento o hinchazón.

Más claro echale agua. No está bien tener ese tipo de sintomas de forma regular.

3. Ausencia de enfermedad gastrointestinal.

– como reflujo gastroesofágico, úlceras gastroduodenales, déficit de enzimas, intolerancias a carbohidratos (los famosos FODMAPs), enfermedad inflamatoria intestinal (Crohn, colitis ulcerosa y puntos medios), enfermedad celíaca con inflamación activa, cáncer, etc.

4. Microbiota diversa y equilibrada.

– adecuada cantidad y abundancia relativa de especies, en un contexto de vitalidad microbiana y favoreciendo un pH adecuado para cada porción del tracto gastrointestinal.
– ausencia de sobrecrecimiento bacteriano/fúngico (SIBO, LIBO, IMO, SIFO), infecciones gastrointestinales, diarrea asociada a antibióticos.

5. Buen estado inmunológico.

– Barrera intestinal saludable: producción de moco normal y limitación de la traslocación bacteriana (evitar que las bacterias que están en el intestino traspasen la barrera y alcancen la sangre/otros tejidos).
– Niveles normales de IgA (inmunoglobulina asociada a mucosas), numero normal y actividad conservada de las células del sistema inmunitario (linfocitos, neutrófilos, etc).
– Inmunotolerancia: ausencia de alergia o hipersensibilidad en mucosas.

5. Estado de bienestar general físico y emocional.

– Calidad de vida normal (este punto me resulta ambiguo, pero así lo enumera el articulo).
– Sensación intestinal positiva o de bienestar.
– Producción equilibrada de serotonina y normal funcionamiento del sistema nervioso entérico (sistema nervioso específico del tubo digestivo).

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Como podrás apreciar, abarca mucho más que solo digerir bien los nutrientes. Se incluyen la microbiota, el sistema inmunitario y el estado de bienestar integral de la persona.

Puntos débiles del artículo:

Creo que carece de 2 puntos importantes, pero probablemente se deba a que fue publicado en 2011 y aún no había tanta evidencia como ahora.

• La influencia del intestino y la microbiota en el estado emocional.
  ¿Sabías que el estado de la microbiota y la barrera intestinal condicionan la conducta y el estado afectivo? ¿Y que un ciclo de antibióticos puede elevar el riesgo de ansiedad y depresión entre un 25 y 40% durante el año siguiente? (2)

   

• La relación entre aparato digestivo, microbiota y metabolismo.
  La evidencia a favor sobre esta relación es cada vez mayor, lo que aún trae dudas es la aplicación clínica porque resulta bastante compleja. En un estudio (3) reciente y muy interesante, se consiguió mediante diferentes estrategias que un grupo de personas redujera su peso y se aisló la microbiota fecal del momento de la perdida de peso. ¿Qué hicieron con eso? Armaron unas capsulitas y se la administraron durante casi un año posterior a la pérdida de peso y evidenciaron que se atenuaba la ganancia de peso y mejoraban los parámetros relacionados con control glucémico. Es decir, subían menos de peso y regulaban mejor el metabolismo simplemente tomando capsulitas de su propia microbiota de cuando eran “mas delgados”. ¡Fantástico!